SA BLANQUERA

Como pasa en los proyectos realizados en el despacho de arquitectos de Llorenç Brunet, responsable de esta obra y especializado en el diseño, construcción, y “management” de casas singulares, siempre debe haber algo de las condiciones del lugar que se refleje en la obra de manera que justifica el diseño y queda vinculada al sitio.

En este caso, la singularidad del emplazamiento y su topografía permiten encajar la volumetría en el terreno de manera que la planta noble queda por encima de la cota de acceso, consiguiendo vistas excepcionales sobre el paisaje circundante, y la planta inferior del garaje a nivel de calle. Así resulta una volumetría escalonada, resultado de la combinación entre la topografía del solar y la normativa municipal, que no permite más de dos plantas sobre el terreno natural.

El procedimiento de organización volumétrica se ha hecho por “vaciado”, procedimiento clásico de extracción por parte de los escultores buscando la forma final: al volumen rectangular se le han ido restando una serie de volúmenes, ubicados de manera estratégica en la búsqueda de mejores iluminaciones, ventilaciones, visuales exteriores, perspectivas interiores, diversidad espacial… La explicación de estos espacios se justifica por las soluciones arquitectónicas que aportan al edificio, vinculadas y definidas por una gran diversidad de zonas tanto interiores como exteriores que permiten ser usadas dependiendo del horario y de la estación.

Encontramos un doble espacio central sobre el comedor que conecta visualmente las dos plantas y proporciona un elevado nivel de iluminación natural; una terraza cubierta orientada a poniente, semienterrada, íntima y recogida. Fresca por la mañana y al mediodía; otra orientada a sud-este y resguardada de la vista de los peatones y relacionada con la zona ajardinada/piscina, para usarse por la tarde/noche; un patio/tendedero, orientado a norte y escondido de la calle y de las zonas nobles de la casa; otro patio de “servicio” en la planta primera para iluminar/ventilar baños y escalera…; y la terraza con piscina en la parte frontal de la casa.

Hay una clara intención por parte de los arquitectos de fomentar el efecto sorpresa al visitante, forzándolo a entrar por la fachada norte y escondiéndole tota la zona noble de la casa para, una vez dentro, descubra de golpe la amplitud espacial interior y viendo frontalmente la zona ajardinada central y la piscina sensiblemente escorada a la derecha.